Funcionar incluso cuando internet falla
Construye flujos tolerantes a desconexiones: colas locales para comandos, cacheo de recetas y estados críticos, y reconciliación cuando vuelve la red. Usa relojes de pared y marcas de tiempo para evitar duplicados al reintentar. Permite control directo por Bluetooth o Thread si la nube cae. Muestra estado claro: en local, sincronizando, en línea. Ofrece degradaciones útiles: temporizadores básicos, perfiles preguardados y alertas mínimas. Así, aunque el proveedor tenga incidencias, la comida no espera. Esta resiliencia protege confianza, evita desperdicios y mantiene el foco donde importa: cocinar bien, a tiempo, sin drama tecnológico innecesario.